Petróleo venezolano origina la mayor catástrofe ecológica de las costas de Brasil.
La compañía Petrobas confirma que el vertido derramado en alta mar procede de Venezuela. Ha manchado ya 2.250 kilómetros de costa brasileñaEl desastre ambiental, considerado el peor de la historia de la costa brasileña, ha afectado la fauna, la flora y las aldeas de pescadores que viven en esas playas turísticas, en la región más humilde del país.«Hicimos análisis en más de treinta muestras y concluimos que el petróleo es de tres campos venezolanos. El origen del derrame es otra cosa. Lo que entendemos es que fue en la costa brasileña», declaró el director de Asuntos Corporativos de Petrobras, Eberaldo Neto, durante una rueda de prensa en la sede de la petrolera, en Río de Janeiro.El estudio de Petrobras concluyó el origen tras comparar la composición química del material recolectado en las playas con centenas de muestras del mundo que mantiene en su centro de investigaciones, en Río. El petróleo venezolano, con una densidad muy diferente al de Brasil, se mezcla con el agua, imposibilitando que sea detectado por vía satelital.El petróleo puede haber sido embarcado en alguna operación ilegal, transportado por algún «navío fantasma» o por alguna embarcación petrolera que naufragó. Las principales autoridades han evitado culpar a Venezuela para no generar un problema diplomático con el país vecino, con el que ya no tiene buenas relaciones.El derrame puede haber ocurrido en una región del Océano Atlántico, en el camino de una corriente marina que proviene de África y se bifurca a lo largo de la costa norte del Nordeste, por un lado, y Bahía y Sudeste, por el otro.El gobierno ha prohibido la participación de niños entre los voluntarios. Hospitales públicos del norte han recibido pacientes intoxicados, con reacciones alérgicas en la piel y problemas respiratorios. Para especialistas, los impactos del derrame pueden durar décadas, porque el crudo no sale de piedras ni de los arrecifes, difíciles de limpiar, contaminando el ecosistema y la cadena alimentaria.
Un voluntario después de la limpieza del vertido en la playa de Itapuama en el municipio de Cabo de Santo Agostinho en el estado de Pernambuco – EFE
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